Alcoba
Cuando la entrada de luz natural define los espacios servidores y servidos.
Tiempo de lectura: 4 minutos
Ubicación: Madrid
Año: 2016
Superficie: 66 m²
Un grupo de inversores se pone en contacto con nosotros para un proyecto de “home staging”, término inglés que hace referencia a una estrategia comercial para poner en venta un inmueble. Se trata de hacer una reforma parcial o integral para revalorizar la vivienda y así obtener rápidamente mejores ofertas de compra.


El piso, que se encuentra en un barrio céntrico de Madrid, cuenta con una distribución propia de otras épocas: al baño se accede a través de la cocina, agrupando así los cuartos húmedos, ambos con ventana a patio de luces; a éste también vuelca un pequeño dormitorio, el más cercano al hall de entrada; y luego un sistema de dos “cámaras” con dos “recámaras”, dando a la fachada principal que tiene dos balcones.
La “recámara” es una habitación contigua a la principal (la “cámara”), que no suele tener entrada de luz natural, y que se usa o bien para guardar objetos personales y enseres, o como dormitorio y entonces se denomina “alcoba”, cuando la “cámara”, que es la estancia iluminada, se usa como estudio o salita de estar.
Dado que los clientes no van a ser los usuarios finales de la vivienda no se trata de una reforma tradicional que busque satisfacer sus necesidades en cuanto a comodidad y estética, más bien tenemos que mejorar de una forma muy neutral las características del piso sin perder de vista la intención última de venderlo.
El proyecto
El sistema de “cámara” y “recámara”, aunque nos traslada a una idea arquitectónica llena de nostalgia y propia de palacios y palacetes, está totalmente en desuso principalmente por la falta de luz y ventilación natural que actualmente son elementos fundamentales en dormitorios y salas de estar. Algo parecido ocurre con la distribución de cuartos húmedos ya que acceder al baño a través de la cocina hoy parece poco higiénico.


Por tanto, hay que cambiar por completo la distribución teniendo en cuenta la estructura de crujías que forman los muros de carga. El salón comedor nace de la unión de la “alcoba” más grande con lo que era la sala de estar, consiguiendo un único espacio con dos zonas diferenciadas por la estructura que queda descubierta.
Y la otra “recámara” se subdivide con tabiques para crear espacios que sirven a las habitaciones: un baño en suite (con sistema sanitrit para evacuación de aguas) y un vestidor en el dormitorio principal, y otro vestidor en el dormitorio individual que se amplía un poco.
Por último, intercambiamos la posición de la cocina y el baño para poder tener acceso a éste desde el hall de entrada de la vivienda, y aprovechar al máximo la entrada de luz natural en la cocina.


En cuanto a los acabados, se eligen colores muy neutros, blancos, grises y marrones, sólo un toque de color en una pared de la cocina casi como seña de identidad, algo que se quede en la mente de los posibles compradores.
Se realizan unas imágenes del salón comedor amueblado para incorporar al dossier de venta y ayudar así a que las personas que visitan el piso se hagan una idea de sus posibilidades.
Experiencia de usuario
Apenas un par de semanas tardaron en venderlo. Se obtuvieron varias ofertas de compra incluso por encima del precio de salida. Los que visitaron el piso destacaban la calidez de la cocina, con mucha luz natural, el espacio abierto sin pasillo, y los dos vestidores en los dormitorios.