Un espacio fluido y luminoso para vivir en el centro histórico de Madrid.

Tiempo de lectura: 4 minutos


Ubicación: Madrid
Año: 2015
Superficie: 105 m²


Antes y después: sala de estar

Toma de datos

El encargo consiste en la reforma integral de un local en planta baja de un edificio catalogado. El local, que antiguamente albergaba un pequeño negocio de cerrajería y una vivienda sin legalizar, se encuentra cerrado.

En la primera visita el cliente nos cuenta que quiere transformar este espacio en su apartamento, y no deja de darle vueltas a la idea de contar con un espacio diáfano. Esta idea duró unos minutos, hasta que nos topamos con el muro de carga que divide el espacio en dos, sin posibilidad de ser demolido dada la configuración estructural del edificio.

Antes: pasillo y habitaciones

El espacio diáfano, el muro de carga y la distribución en forma de «L» que tiene el local son los principales condicionantes que generan el proyecto: crear un espacio fluido en el que vivir cómodamente. Para ello, lo primero es eliminar todos los tabiques que dividen los dos grandes espacios principales en pequeñas habitaciones, y así poder redistribuir las funciones de tal manera que no sean necesarias estancias cerradas para cada uso.

Antes y después: planta

El proyecto

El programa de necesidades del cliente es relativamente sencillo y se adecua claramente a la configuración espacial del local. En la entrada encontramos un hall y una zona de estar con despacho: una mampara de cristal separa y a la vez conecta visualmente el acceso y la estancia principal desde la que se puede ver la nueva puerta de madera que da directamente a la calle.

Antes y después: sala de estar y hall

Después: cocina y comedor

A continuación, un paso en el muro de carga nos adentra en un gran espacio alargado en el que se ubican la cocina con comedor, el dormitorio principal y el baño. Para separar estas funciones en un único espacio fluido optamos por poner en el medio el baño dentro de una “caja”, y así ocultar detrás el dormitorio como el lugar más privado de la vivienda.

Después: dormitorio

Después: baño

Después: baño

La “caja” es un elemento singular en el proyecto: en general los materiales y colores elegidos son muy neutros, maderas lacadas en blanco o gris, paredes lisas grises casi blancas, sin molduras en techo ni rodapiés significativos, mientras que la “caja” destaca con un revestimiento porcelánico con efecto óxido que da un fuerte carácter al espacio de cocina y comedor.

Antes y después: cocina comedor

Además, el local cuenta con una pequeña despensa en la cocina y con un sótano, al que se accede por una escalera desde la zona de estar, y que se va a usar como estancia auxiliar para almacenaje y dormitorio de invitados.

Aunque el local se encuentra en planta baja a nivel de calle, tenemos mucha luz dado el número y tamaño de las ventanas, incluso en el sótano ya que cuenta con dos huecos que dan a la fachada principal del edificio. Para dar calidez a la luz que inunda el espacio y al mismo tiempo privacidad a la vivienda, se incorporan unas contraventanas interiores diseñadas especialmente para el proyecto, que potencian el orden arquitectónico establecido por los huecos de fachada y unifican las distintas estancias como un elemento común a todos ellas.

Después: baño

Después: baño

Experiencia de usuario

El cliente no vive en Madrid, viaja constantemente, y usa el apartamento de forma ocasional, pero nos transmite que cada vez que viene siente que es su casa, su hogar, que es el lugar donde quiere estar. Nos destaca la funcionalidad del espacio, abierto como él tenía en mente, y al mismo tiempo dividido en estancias claramente diferenciadas. Se encuentra muy satisfecho también con el aprovechamiento de algunos espacios residuales para incluir almacenamientos personalizados.